Agatha Christie, Salado, Tres ratones ciegos

Welsh rarebit

Molly no hizo caso de la réplica de su marido. Extendió una hoja de periódico sobre la mesa, cogió un trozo de queso y comenzó a rallarlo.

—¿Qué preparas? —preguntó Giles.
—Va a ser Welsh rarebit —le informó Molly—. Pan rallado y puré de patatas, y solo una pizca de queso para justificar su nombre.
—Eres una cocinera de altos vuelos —dijo su marido orgulloso.

Tres ratones ciegos (1950)

Welsh rarebit

—Lo dudo. Solo sé hacer las cosas de una en una. Preparar varias a la vez es lo que exige mucha práctica. El desayuno es lo peor.
—¿Por qué?
—Porque una tiene que organizarse muy bien: preparar los huevos, el beicon, la leche caliente, el café y las tostadas. La leche se derrama, las tostadas se queman, el beicon se reseca o los huevos se pasan. Tienes que estar atenta como un gato escaldado para vigilarlo todo a la vez.
—Mañana por la mañana tendré que bajar a escondidas para ver cómo personificas a un gato escaldado.