Nonnettes
Bizcochos, Caperucita Roja, Hermanos Grimm

Nonnettes

Se cuenta también que en otra ocasión en que Caperucita Roja llevaba pasteles a la abuela, otro lobo le habló y trató de hacer que se saliera del sendero. Sin embargo, Caperucita Roja se cuidó mucho de ello, siguió derecha por su camino y le contó a su abuela que se había encontrado con el lobo y que le había dado los buenos días, pero con una mirada malvada.

Caperucita Roja (1812)

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—Si no hubiera sido porque estábamos en medio del camino, seguro que me habría devorado.
—Ven —dijo la abuela—, cerraremos bien la puerta para que no pueda entrar.

Al cabo de un rato el lobo llamó a la puerta y gritó:

—¡Abre, abuela, soy Caperucita Roja y te traigo unos pasteles!