Juanito y sus amigos se pasaban el día trasteando debajo del entarimado, y por la noche salían sin miramientos y se paseaban por toda la casa. Un estrépito especialmente fuerte se oyó al caerse Sara por las escaleras con la bandeja del té. A pesar del gato, los ratones recogieron migas, azúcar y restos de mermelada.
El cuento de Juanito Ratón de Ciudad (1918)