En lugar de patatas fritas les dije a las hermanas pequeñas que podían escoger entre Fray Bentos, caramelos masticables de fruta, surtido de regalices, helado, esos dulces de golosina que son dos platillos volantes de oblea rellenos de picapica, del que te explota en la lengua, y que yo sabía que les gustaban, y remolacha hervida. «Lo que sea —recalqué—, pero sin patatas fritas», cosa que les encantó y las decepcionó a partes iguales, pero al final se conformaron con variaciones de esas chucherías para niños con las que yo soñaba cuando estaba reponiéndome del envenenamiento.
Milkman (2018)
Bizcocho de chocolate glaseado
—Creo que sé de quién es ése —dijo Ron, algo rojo y señalando un paquete deforme—. Mi madre. Le dije que creías que nadie te regalaría nada y… oh, no —gruñó—, te ha hecho un jersey Weasley.
Harry abrió el paquete y encontró un jersey tejido a mano, grueso y color verde esmeralda, y una gran caja de pastel de chocolate casero.
—Cada año nos teje un jersey —dijo Ron, desenvolviendo su paquete— y el mío siempre es rojo oscuro.
—Es muy amable por parte de tu madre —dijo Harry, probando el pastel, que era delicioso.Harry Potter y la piedra filosofal (1997)
Bizcocho de chocolate y miel
Abrió su hucha y bajó al supermercado. Compró dos botellas grandes de refresco de lima, un pastel de chocolate y una bolsa de manzanas, que le sirvieron de cena.
Tras cepillarse los dientes, fue al despacho de su padre, encendió el ordenador y escribió una historia.
LA HISTORIA DE CORALINE
HABÍA UNA NIÑA QUE SE LLAMAVA MANZANA. BAILAVA MUCHO. BAILAVA SIN PARAR HASTA QUE SUS PIES SE CONBIRTIERON EN SALCHICHAS. FIN.
Coraline (2002)