Por fin llegó la última noche que había de pasar tía Marge en la casa. Tía Petunia preparó una cena por todo lo alto y tío Vernon descorchó varias botellas de vino. Tomaron la sopa y el salmón sin hacer ninguna referencia a los defectos de Harry; durante el pastel de limón y merengue, tío Vernon aburrió a todos con un largo discurso sobre Grunnings, la empresa de taladros para la que trabajaba; luego tía Petunia preparó café y tío Vernon sacó una botella de brandy.
—¿Puedo tentarte, Marge?
Harry Potter y el prisionero de Azkaban (1999)
Islas flotantes
—[…] Señorita Bates, que Emma le sirva a usted un pedacito de pastel, un pedacito muy pequeño. Los nuestros son todos pasteles de manzana. No tiene que temer aquí esas conservas que no sientan bien. No recomiendo las natillas. Señora Goddard, ¿qué diría de medio vaso de vino? ¿Medio vasito pequeño… echado en un vaso de agua? Creo que no podría sentarle mal.
Emma (1815)