Bizcochos, Coraline, Neil Gaiman

Bizcocho de chocolate y miel

Abrió su hucha y bajó al supermercado. Compró dos botellas grandes de refresco de lima, un pastel de chocolate y una bolsa de manzanas, que le sirvieron de cena.

Tras cepillarse los dientes, fue al despacho de su padre, encendió el ordenador y escribió una historia.

LA HISTORIA DE CORALINE

HABÍA UNA NIÑA QUE SE LLAMAVA MANZANA. BAILAVA MUCHO. BAILAVA SIN PARAR HASTA QUE SUS PIES SE CONBIRTIERON EN SALCHICHAS. FIN.

Coraline (2002)

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